No es un día de alegría el recordar la partida de nadie, pero te juro que por tratarse de vos, es bueno que así sea porque si vieras en que convirtieron a tu España, si supieras hasta donde llego el desprecio por el pueblo y cual es el presente que encierra y representa el peor pasado, no tengo dudas, de tristeza y de rabia…..te morías de nuevo (cm).
UNA PASIONARIA PARA DOLORES

del pueblo cántabro y minera.
Tan hermosa como si uniera
tierra y cielo de toda España.
¿Quién no la escucha? De los llanos
sube su voz hasta las cumbres,
y son los hombres más hermanos
y más altas las muchedumbres.
Quién no la sigue? Nunca al viento
dio una bandera más pasión
ni ardió más grande un corazón
al par de un mismo pensamiento.
¿Quién no la quiere? No es la hermana,
la novia ni la compañera.
Es algo más: la clase obrera,
madre del sol de la mañana.
Rafael Alberti. (Signos del día, 1963)
Dolores Ibárruri.(La Pasionaria)
Nació en Abanto y Ciérvana (Gallarta -Vizcaya) País Vasco- españa
a las tres de la tarde del día 9 de diciembre de 1895. Su padre, Antonio Ibárruri, contaba al nacer ella 37 años de edad y su madre, Juliana Gómez 30 años. Le pusieron el nombre de Isidora en el registro civil y de Dolores en la pila bautismal y fue éste el que usó siempre. En la partida de nacimiento consta el cambio, realizado formalmente en 1978, a instancias de la propia Dolores. Fue nieta, hija y esposa de mineros y perteneció, por toda esta vinculación familiar, al mundo obrero y más específicamente minero. Era de una gran estatura y corpulencia y mantuvo durante toda su vida fama de un "genio de mil demonios y un temperamento que facilitaba reacciones de empuje, arrojo y energía para expresar y hacer lo que pensaba sin necesidad de contenerse" (este genio, al igual que sus rasgos personales, los heredó de su madre). Ella misma afirma: "Yo era muy rebelde desde niña, frente a la injusticia siempre reaccioné violentamente. Si mi madre me castigaba sin fundamento yo armaba un pitote de dos mil a caballo". También heredó de su madre el recato ante determinadas formas sociales, como por ejemplo, de vivir el luto. Toda su vida Dolores vestiría de luto, primero por parientes y después por sus propios hijos. Tuvo seis hijos y sólo le sobrevivió su hija Amaya

Debido a sus experiencias y a lo que estaba ocurriendo en su país, Dolores se adscribió al Partido Comunista y en 1916 se casa con el líder comunista Julián Ruiz. Tras su matrimonio y ya orientada a la militancia política, empieza a usar el seudónimo de "La Pasionaria" y escribe su primer artículo en EL MINERO VIZCAÍNO. Y así se inició su gran acción social.
Moviliza a los trabajadores, participa en manifestaciones y en 1930 es elegida miembro del Comité Central del Partido. El comité la envía como delegada al III Congreso del Partido Comunista Español. Por esa época se separa de Julián y se instala en Madrid donde será escritora en el diario MUNDO OBRERO.
En 1932 la nombran durante el IV Congreso responsable de la Comisión Femenina del Partido.
Debido a sus fuertes y punzantes discursos, y a su activa militancia en las manifestaciones comunistas es encarcelada varias veces y perseguida por las autoridades.
Poco tiempo después se destaca en las Cortes Constituyentes de la República Española, como diputado del Partido Comunista por Asturias, viajando por primera vez a Moscú donde se entrevista con José Stalin.
En 1934 preside el I Congreso del Comité de Mujeres y luego participa en el Congreso Mundial de mujeres en París.

Es enviada a Checoslovaquia para transmitir en la Radio España Independiente.Durante el VI Congreso es elegida Presidente del partido. A los pocos años es galardonada con el premio Lenin para la Paz y recibe un doctorado Honoris Causa en historia de la Universidad de Moscú. Por esa época viaja a Cuba, China, Italia, Suiza y Yugoslavia.
Al año siguiente de la muerte del general Franco, Dolores decide regresar con sus 80 años y tras 38 de ellos en el exilio, regresa a Asturias y vive la transición a la democracia, resultando electa diputada
al final de su vida, participa en la manifestación que hacen las madres de la Plaza de Mayo de Argentina.
Aquejada por problemas de salud, abandonó pronto su escaño y se retiró de la política activa.
Un 12 de Noviembre de 1989, muere en su ciudad natal
Sus publicaciones :entre 1936 y 1977, dejan un buen rastro de lo que fue su lucha por los ideales socialistas de igualdad y de derechos para los oprimidos.
Me faltaba España (1984),
Pasionaria, la lucha y la vida (1985)
y Memorias de Dolores Ibárruri (1977)
(Fuente basada en escritos de-Ricardo Vázquez Montalbá-Lorenzo Peña -Isabel Goig Sole)
PASIONARIA
Moriré como el pájaro: cantando,
penetrado de pluma y entereza,
sobre la duradera claridad de las cosas.
Cantando ha de cogerme el hoyo blando,
tendida el alma, vuelta la cabeza
hacia las hermosuras más hermosas.
Una mujer que es una estepa sola
habitada de aceros y criaturas,
sube de espuma y atraviesa de ola
por este municipio de hermosuras.
Dan ganas de besar los pies y la sonrisa
a esta herida española,
y aquel gesto que lleva de nación enlutada,
y aquella tierra que de pronto pisa
como si contuviera la tierra en la pisada.
Fuego la enciende, fuego la alimenta:
fuego que crece, quema y apasiona
desde el almendro en flor de su osamenta.
A sus pies, la ceniza más helada se encona.
Vasca de generosos yacimientos:
encina, piedra, vida, hierba noble,
naciste para dar dirección a los vientos,
naciste para ser esposa de algún roble.
Sólo los montes pueden sostenerte
grabada estás en tronco sensitivo,
esculpida en el sol de los viñedos.
El minero descubre por oírte y por verte
las sordas galerías del mineral cautivo,
y a través de la tierra les lleva hasta tus dedos.
Tus dedos y tus uñas fulgen como carbones,
amenazando fuego hasta a los astros
porque en mitad de la palabra pones
una sangre que deja fósforo entre sus rastros.
Claman tus brazos que hacen hasta espuma
al chocar contra el viento:
se desbordan tu pecho y tus arterias
porque tanta maleza se consuma,
porque tanto tormento,
porque tantas miserias.
Los herreros te cantan al son de la herrería,
Pasionaria el pastor escribe en la cayada
y el pescador a besos te dibuja en las velas.
Oscuro el mediodía,
la mujer redimida y agrandada,
Naufragadas y heridas las gacelas
se reconocen al fulgor que envía
tu voz incandescente, manantial de candelas.
Quemando con el fuego de la cal abrasada,
hablando con la boca de los pozos mineros,
Mujer, España, madre en infinito,
Eres capaz de producir luceros,
eres capaz de arder de un solo grito.
Pierden maldad y sombra tigres y carceleros.
Por tu voz habla España la de las cordilleras,
la de los brazos pobres y explotados,
Crecen los héroes llenos de palmeras
y mueren saludándote pilotos y soldados.
Oyéndole batir como cubierta
De meridianos, yunques y cigarras,
El varón español sale a su puerta
A sufrir recorriendo llanuras de guitarras.
Ardiendo quedarás enardecida
Sobre el arco nublado del olvido,
Sobre el tiempo que teme sobrepasar tu vida
Y toca como un ciego, bajo un puente
De ceño envejecido,
Un violín lastimado e impotente.
Tu cincelada fuerza lucirá eternamente,
Fogosamente plena de destellos.
Y aquel que de la cárcel fue mordido
Terminará su llanto en tus cabellos.
(Miguel Hernández- Poesía en la guerra, Valencia, Socorro Rojo Internacional, 1937)
No hay comentarios. :
Publicar un comentario