29/9/13

Made in Lanús,porque la cosa fue, es y será siempre...ACÁ!!!!



Ciudad que me vio crecer, que jugó conmigo en  los patios de la escuela, ciudad cómplice que silenciaba mis rateadas, a la que presente mi primer amor, y quien me consoló cuando me abandonaron, para después ilusionarse  cuando arranqué de nuevo.
La que me permitió vivir sin duda, los mejores años de mi vida, mi infancia ,mi adolescencia y  mi madurez, la que transito conmigo ese largo pasillo, tratando de lucir impecable ese vestido  blanco  en esa noche especial y la que acompaño mis cambios hasta la llegada de mi hijo.
Ciudad que lloro desconsoladamente cuando tuve que decirle adiós y abandonarla físicamente, jamás desde el corazón, al verme obligada en el 2000 a entregar mi casa al Banco Galicia .
Ciudad que un poco antes de eso( acompañó mi dolor, cuando murió mi viejo).En esa casa  en la que viví siempre, en esa ciudad, la mía.
Al irme deje mucho más que una casa y un lugar…
Deje mi barrio de siempre con la calles inundadas cuando llovía y nuestra carrera de barquitos de papel.
Deje los  compañeros de baile que cada sábado nos juntábamos en casa, mientras mi papá cebaba mate en jarro colectivo.
Deje amigos de toda la vida, con los que cortábamos la calle cada 24 0 31 de Diciembre,
(después  del  brindis,para bailar hasta el amanecer ).
Deje los árboles inmensos que llegaron chiquitos y crecieron conmigo permitiendo mis subidas poco femeninas.
Deje mi experiencia como militante, con compañeros a los que por suerte hoy al menos puedo contactar por Internet.

Lanús es las veredas , la gente, mis amigos, Malaria el perro de todo el barrio que dormía una noche en cada casa.

Las sillas en la puerta, doña Olga, vieja bruja que para que no le pasara cerca de las piernas con la bici, las estiraba a propósito.

Los  chicos , la pelota y los arcos  en la calle con algún pullover (que siempre me mangueaban) .

Lola que me tocaba el timbre o llamaba por el fondo para decirme a las  8 de la noche...."clau" no tenes un poquito de aceite, que se me termino…

El saber que desde la estación misma apenas 17 cuadras de casa, si me largaba a ir caminando, me saludaba con un vecino al menos en cada cuadra y ligaba no se que cantidad de mates, hasta llegar a destino….

Eso es Lanus, eso es el barrio, eso es acá.. eso y miles de cosas más que cada uno de nosotros sabemos.

Lanus es el lugar donde deje los mejores años de mi vida, los que marcaron como mujer y como persona.
Es el lugar que quiero y tanto ...que deje a su cuidado , lo más sagrado que me toco perder (mi viejo)....pero que también  fue testigo del regalo más hermoso de la vida, la llegada de mi hijo...


El 29 de Septiembre es el aniversario de la  fundación de la Ciudad de Lanús, (ciudad que amo)
y a  mi  entender  en el video se disfruta una de las escenas mejor logradas de nuestro cine .
La Yoly el Negro ....en Made in Argentina...

Los que llevamos a Lanus en el corazón, y a la Argentina en el alma, no podemos dejar de emocionarnos cada vez que la Yoli, dice -ACÁ- para mi ,el lugar también es y será siempre. ACÁ....
Desde el 2011 en que dije  todo esto , lo reafirmo y lo incremento cada año que pasa.
Gracias Lanús, gracias Argentina, por  ser el  -acá- ,más  sentido.








28/9/13

El Operativo Condor en nuestro sur-no el plan del norte ....(relatado por Norberto Karasiewic, integrante del comando)



Entrevista a Norberto Karasiewic, miembro del comando que desvió el avión y aterrizó en Malvinas.
Videos de Radio Nacional....Texto ..El Malvinense-


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Alrededor de las seis de la mañana del miércoles 28 de septiembre de 1966, un grupo comando de 18 jóvenes argentinos, entre los que había una mujer, tomaron el control del vuelo 648 de Aerolíneas Argentinas, avión Douglas DC-4, que la noche anterior había despegado del aeroparque Jorge Newbery hacia Río Gallegos. Fue el inicio del Operativo Cóndor.



  


EL COMANDO

Dardo Cabo, alias Lito, un joven alto y delgado de 25 años, periodista y afiliado a la Unión Obrera Metalúrgica, era el jefe del comando. Lo secundaba Alejandro Giovenco, de 21 años, de baja estatura pero fornido, apodado El Chicato a causa del grueso aumento de sus lentes.
Ambos entraron con pistolas a la cabina y le ordenaron al comandante del Douglas DC-4, Ernesto Fernández García, que cambiara el derrotero. 'Ponga rumbo uno-cero-cinco', dijo Cabo. El piloto obedeció y enfiló la nave, con 35 pasajeros a bordo, rumbo a las Malvinas.
La periodista y dramaturga María Cristina Verrier, de 27 años, era la tercera al mando del grupo. Su padre, César Verrier, había sido juez de la Suprema Corte de Justicia y funcionario del gobierno de Arturo Frondizi (1958-1961).
Los otros integrantes del Comando Cóndor eran Ricardo Ahe, de 20 años de edad, empleado; Norberto Karasiewicz, 20 años, metalúrgico; Aldo Omar Ramírez, 18 años, estudiante; Juan Carlos Bovo, 21 años, metalúrgico; Pedro Tursi, 29 años, empleado; Ramón Sánchez, 20 años, obrero; Juan Carlos Rodríguez, 31 años, empleado; Luis Caprara, 20 años, estudiante; Edelmiro Jesús Ramón Navarro, 27 años, empleado; Fernando José Aguirre, 20 años, empleado; Fernando Lisardo, 20 años, empleado; Pedro Bernardini, 28 años, metalúrgico; Edgardo Salcedo, 24 años, estudiante; y Víctor Chazarreta, 32 años, metalúrgico. La edad promedio del grupo era de 22 años.

LUGAR DE ATERRIZAJE - POBLADORES

Puerto Stanley carecía de pista de aterrizaje.
Ese mismo miércoles amaneció nublado. El día anterior había llovido. En esa época habitaban las islas poco más de mil personas.
Veinte soldados constituían la fuerza militar del Reino Unido. También había una Fuerza de Defensores Voluntarios. En el arsenal local, cada uno de los milicianos poseía su fusil, la provisión de municiones y el equipo militar.
Sir Cosmo Haskard era el gobernador de la isla, pero ese 28 de septiembre de 1966 no se encontraba en el archipiélago. Lo suplantaba el vicegobernador.
Aquel día, el radioaficionado Anthony Hardy fue el primero en divulgar la noticia: un avión Douglas DC-4 había descendido a las 8:42 en la embarrada pista de carreras cuadreras, de 800 metros. Su emisión se captó en Trelew, Punta Arenas y Río Gallegos. Y de esas ciudades se retransmitió a Buenos Aires. 

 
                                  Los Cóndores.
LA TOMA DEL AVIÓN

Según cuenta José Salomón, abogado de los miembros del operativo, aproximadamente a las seis de la mañana, y ya sobrevolando la ciudad de Santa Cruz, el grupo tomó el avión y previo a conversar con el comandante -que alegaba falta de combustible- lo obligó a tomar rumbo 105 con destino a las Islas Malvinas. A los pasajeros se les comunicó, para no atemorizarlos, que se regresaba a Comodoro Rivadavia.

ATERRIZAJE


Entre claros pudieron divisar tierra, localizaron la ciudad, y luego de hacer alguno virajes de reconocimiento, aterrizaron en una pista de carrera de caballos, evitando distintos obstáculos que allí había. No bien se detuvo el avión descendió el grupo de jóvenes armados, y procedió a colocar banderas argentinas en las inmediaciones.

A las 9:57, en Puerto Rivero -después sería Puerto Argentino- Dardo Cabo firma el siguiente comunicado: "Operación Cóndor cumplida. Pasajeros, tripulantes y equipo sin novedad. Posición Puerto Rivero, Islas Malvinas, autoridades inglesas nos consideran detenidas. Jefe de Policía e Infantería tomados como rehenes por nosotros hasta tanto gobernador ingles anule detención y reconozca que estamos en territorio argentino."

Al descender, los jóvenes llevaban una proclama escrita en inglés, que repartieron a unas cien personas que se habían acercado al lugar, declarando que no eran agresores sino argentinos que se consideraban en su propio país. Ni bien se enteraron de sus objetivos, los kelpers llamaron al grupo de Voluntarios que defendía las islas y cercaron el avión.
Muchos de los pobladores que corrieron para saber de que se trataba y para prestar ayuda si era necesaria, fueron tomados como rehenes.

 

                                           Dardo Cabo y Cristina Verrier

LAS SIETE BANDERAS

Los muchachos descendieron del avión  y desplegaron siete banderas argentinas.Colocaron rapidamente cinco banderas argentinas en los alambrados y otra en el avión, y en un mástil. El Operativo Cóndor tenía previsto tomar la residencia del gobernador británico y ocupar el arsenal de la isla, mientras se divulgaba una proclama radial que debería ser escuchada en Argentina. El objetivo no se pudo cumplir porque el avión, de 35 mil kilos, se enterró en la pista de carreras y quedó muy alejado de la casa de sir Cosmo Haskard. La nave, además, fue rodeada por varias camionetas y más de cien isleños, entre soldados, milicianos de la Fuerza de Defensa y nativos armados.

NEGOCIACIONES

Bajo la persistente lluvia y encandilados por potentes reflectores, los comandos bautizaron el lugar como 'Aeropuerto Antonio Rivero'. El sacerdote católico de la isla, Rodolfo Roel, intermedió para que los restantes pasajeros -entre los que se encontraba Héctor Ricardo García, director del diario Crónica y de la revista Así- se alojaran en casas de 'kelpers', mientras los 'cóndores' permanecían en el avión. Al anochecer, Dardo Cabo le solicitó al padre Roel que celebrara una misa en la nave y después los 18 jóvenes cantaron el Himno Nacional.
El comunicado fue difundido por la radio del avión. Y a las 18 horas se complementó con otro que decía: "Informa Operación Cóndor. Después de escuchar misa en castellano dentro del avión, fueron liberados los rehenes ingleses."
Los 18 argentinos contaban con mucho y sofisticado armamento transportado clandestinamente en el avión, pero el cansancio, la falta de alimentos y agua los obligaron a rendirse.
A la tarde, una fuerte lluvia comenzó a caer sobre la Isla. No obstante, varios pobladores y los infantes de marina (ingleses) se daban a la tarea de colocar grandes reflectores en las inmediaciones del avión, para poder observar sin problemas los movimientos de los ocupantes de la máquina. Además, el cerco armado ya estaba al máximo. En los siete jeeps ubicados detrás del avión se habían apostado policias, infantes y pobladores armados; otro tanto en los coches ubicados delante, mientras en lo alto del cerro tres carpas de campaña revelaban que en su interior también había efectivos.
Se calcula que unos cien hombres, de los 120 habitantes de la Isla, estaban en pié de guerra, pese a la inclemencia del tiempo y la fuerte lluvia, que cayó sin tregua durante mas de dos horas. Mientras los 18 integrantes del comando se encerraban en el avión, como único refugio para planear sus futuras acciones, los tripulantes y pasajeros del vuelo 648 (que habían sido trasladados hasta el centro de la ciudad para recibir alimentos y hospitalidad) disfrutaban de buenas comodidades que les brindaron los malvinenses.

A las 4:30 horas del 29 de Septiembre, se conoció un mensaje del gobernador inglés de las Islas. En el mismo, el representante real expresaba: "están totalmente cercados; si intentan salir del avión, los soldados y policias tienen ordenes de tirar. No respondemos por vuestras vidas. Es preferible que se rindan."
La respuesta del jefe del comando fue negativa.

Al día siguiente poco después de las 15, el padre Roel (holandés que hablaba castellano),  fue a visitar a los muchachos. Y allí, les solicitó que entregaran sus armas y se rindieran. La respuesta fue la de siempre: "no estamos dispuestos a deponer las armas."
Finalmente se llegó a un pacto, en que los argentinos depondrían de su actitud, siempre y cuando fueran acogidos por la Iglesia Católica, y quedaran exclusivamente a cargo del padre Roel y del monseñor James Ireland.

A las 17, todos los cóndores con el sacerdote y el comandante formaron junto a la bandera argentina que estaba flameando desde la mañana anterior, y procedieron a arriarla. Luego, con ella en brazos, entonaron el Himno Nacional Argentino, de viva voz, mientras atónitos custodios ingleses, sin moverse de sus puestos pero siempre con las armas listas, seguían con atención la emocionante ceremonia. Media hora mas tarde, el comandante de la nave, Fernandez García, recibía sobre su avión todas las armas.

ENTREGA DE LAS BANDERAS "MALVINERAS"

El 1 de Octubre, los argentinos fueron transportados en una lancha carbonera inglesa hasta el barco Bahía Buen Suceso. En ese momento Cabo tomó las siete banderas argentinas, y tal como lo había prometido, en vez de bajar con ellas enarbonándolas (como era la idea) las entregó al almirante Guzmán en una bolsa, diciendo en la oportunidad las siguientes palabras: "Señor Gobernador de nuestras Islas Malvinas, le entrego como máxima autoridad aquí de nuestra patria, estas siete banderas. Una de ellas flameó durante 36 horas en estas Islas y bajo su amparo se cantó por primera vez el Himno Nacional."

A SER JUZGADOS

El viaje desde las Malvinas hasta Tierra del Fuego se extendió desde las 19:30 horas del 1 de Octubre hasta las 3 de la mañana del 3 de Octubre, en que llegaron a Ushuaia.
El sábado a mediodía, el buque argentino Bahía Buen Suceso embarcó a los 18 comandos, la tripulación del avión y los pasajeros rumbo al sur argentino, adonde llegaron el lunes de madrugada. Los jóvenes fueron detenidos en las jefaturas de la Policía Federal de Ushuaia y Río Grande, en el territorio nacional de Tierra del Fuego. Interrogados por un juez, se limitaron a responder: 'Fui a Malvinas a reafirmar nuestra soberanía'.
Quince de ellos fueron dejados en libertad luego de nueve meses de prisión. Dardo Cabo, Alejandro Giovenco y Juan Carlos Rodríguez permanecieron tres años en prisión debido a sus antecedentes político-policiales como militantes de la Juventud Peronista.
María Cristina Verrier, hija de un juez, y Dardo Cabo, hijo de un legendario dirigente gremial, se casaron en la cárcel.
El 22 de noviembre de 1966, los integrantes del comando fueron enjuiciados en Bahía Blanca. Como el secuestro de aviones aún no estaba penalizado en Argentina, los cargos de la fiscalía fueron 'privación de la libertad', 'tenencia de armas de guerra', 'delitos que comprometen la paz y la dignidad de la Nación', 'asociación ilícita', 'intimidación pública', 'robo calificado en despoblado' y 'piratería'. 

Dardo Manuel Cabo fue muerto por efectivos del ejército, mientras estaba detenido, el viernes 6 de Enero de 1977 en un confuso episodio, en una ruta de Coronel Brandsen (provincia de Buenos Aires). Se dijo que intentó escapar.

 
Dardo Cabo expresó asi su acto en Malvinas:
"Fui a Malvinas a reafirmar la Soberanía Nacional y quiero aclarar que en ningún momento me he entregado a las autoridades inglesas, sino que acepté el hospedaje de la Iglesia Católica ofrecido a través del Arzobispo de las Islas Malvinas; que me consideré detenido por la Autoridad Argentina que allí reconocí en el Comandante de Aerolíneas, entregándole al Gobernador de Tierra del Fuego e Islas Malvinas, señor Almirante Guzmán, las banderas argentinas que flamearon en tierra malvineña durante treinta y seis horas".


Un dato curioso: Héctor García, el director del diario Crónica, había viajado porque le habían hecho saber que algo iba a pasar, sin saber de que el supiera de que se trataba. Por eso mismo, estuvo detenido en las islas y fue llevado junto con los 18 jóvenes, hasta ser liberado en Tierra del Fuego.


Fuente del video :Radio Nacional

Fuente del texto 
http://www.malvinense.com.ar/Condor.html

26/9/13

"Convicciones"-Eduardo Aliverti, audio y texto -editorial 21-09-2013- Marca de Radio





Convicciones
Eduardo Aliverti



¿Es recomendable extraer o profundizar ciertas conclusiones políticas “macro” a partir de hechos y actitudes que se muestran como pequeñeces? Seguramente, hay ejemplos que tientan a una contestación afirmativa y otros que no. Veamos qué sucede con los siguientes.

Las recientes elecciones correntinas, si bien es cierto que cada distrito tiene componentes locales capaces de transformarlos en mundos propios, invitan a algunas observaciones dignas de ser contempladas con una lupa más amplia. Ricardo Colombi, el gobernador triunfante, fue presentado antes de esos comicios -y, sobre todo, después- como un radical “puro”, clásico. Su propio partido lo reivindica como tal, al sumarlo cual ejemplo de un incipiente reverdecer de la UCR. Sin embargo, supo estar, casi, cabeza a cabeza con Julio Cobos, en 2007, cuando se punteaba quién podía ser mejor candidato a vice de Cristina. Colombi quería a toda costa ser el elegido de aquella intentona de transversalidad mudada a “concertación”; pero a Kirchner le pareció más confiable el mendocino, en uno de los pocos y más notables errores de su percepción aunque nada pruebe que el correntino hubiese significado lo contrario.
De hecho, cuando el conflicto con “el campo”, un año después, los diputados de Corrientes se alinearon con la algarada chacarera y fueron infructuosos los esfuerzos de Colombi por demostrarle a Olivos que la situación se le había ido de las manos. Ahora, los radicales ganaron la elección pero el esquema de alianzas a que debieron o quisieron recurrir para hacerlo es, francamente, impresentable. La gran o inmensa mayoría de las crónicas y analistas que dieron cuenta de la victoria radical en Corrientes optaron por obviar que fue a través de una ensalada con gente de De Narváez,los Rodríguez Saá, lo que quedaba del ARI fundado por Carrió, los Romero Feris, el partido creado por Cavallo, los socialistas de Binner y, si es que hiciera falta una yapa despampanante, los otrora nac&pop de Libres del Sur. Fue así que ganó Colombi,despertando inmensas dudas acerca de qué ocurrirá en la legislatura provincial cuando ese rejuntado, poco menos que indescriptible, deba funcionar como un todo homogéneo capaz de garantizar la dichosa gobernabilidad. Por la inversa, el 45 por ciento obtenido por Camau Espínola, en nombre del Frente para la Victoria, representa un voto bastante o mucho más firme que el de quien se ofertó como “purista” de un ideario republicano-federal, sin otraconvicción que la de un antikirchernismo explícito.

De mínima, es atendible considerarlo de esa forma. Tampoco se trata de estimar más de lo debido, numéricamente, a una provincia que no llega al 3 por ciento del padrón nacional (2,4). Pero sí, tal vez, de ensayar algunas proyecciones que, al margen de las particularidades de cada distrito o zona, hacen a los proyectos políticos en danza a nivel nacional. Y a la verdadera fortaleza y convicciones -o no-de sus protagonistas.
Sergio Massa, sin ir más lejos, viene recolectando “voluntades” entre una serie en la que se juntan peronistas opositores y ex kirchneristas despechados. 
Unos y otros estaban a la espera del surgimiento de alguna figura que amparase su necesidad de reinstalarse, bajo una sombra de poder o de expectativas favorables. 

El intendente de Tigre se las brindó, desde la más espectacular construcción mediática de que se tenga memoria en cuanto a aspiraciones presidenciales aunque, por ahora, con un alcance que se limita al contorno bonaerense. Mauricio Macri, quien tenía ínfulas de un peronismo que acabara por rendirse a sus pies, jamás terminó de arrancar. Y por fuera del universo peronista, no hay nadie en condiciones de garantizar el liderazgo que ese espacio y la sociedad requieren; a menos, claro, que algún escenario hoy impensable lleve a la reedición de un experimento como el de la Alianza, tras la decadencia del menemato. 

De manera contrafáctica, respecto del peronismo y tanto en el oficialismo como en la oposición en general (todos en voz baja, offthe record), abundan quienes sostienen que con Kirchner no se hubiesen escapado tantas tortugas. Dicen que él, mucho más ducho u osado que Cristina para manejarse en el barro de los sapos a tragar si es que de veras se habla de ejercer el poder y no de comentarlo, habría sido mucho más inteligente a fin de impedir fugas evitables. Los casos más mencionados corresponden a ciertos barones del conurbano, sindicalistas varios y algunos gobernadores; pero también se le adjudica a Kirchner la supuesta propiedad de que no se corriera el mismo Massa. Es una hipótesis estimable. Si no en todo, en buena parte.

Igualmente, si es por suposiciones inservibles podría regir la de un Kirchner candidato que no permitiría hablar de “fin de ciclo”.La realidad estricta es que las cosas se dieron así –lo cual no significa que el Gobierno no deba corregir sus serios errores de construcción política- y que, al fin y al cabo, lo verdaderamente importante es cómo se sigue desde lo que hay. Y lo que hay, a esta altura y de piso, son dos alternativas: profundizar el modelo, la energía, la orientación, como quiera llamársele al kirchnerismo, aun a costa de perder en las urnas; u optar por un cambio dramático, a corto o mediano plazo, que disfrazan de moderado.
 
El sociólogo y cientista político Emir Sader, brasileño, uno de los intelectuales más prestigiosos de la región, habló de algo o mucho de esto en su columna “La continuidad posneoliberal”, publicada ayer en Página/12. 

 “Se ha formado una coalición internacional entre fuerzas de derecha y ultraizquierda para atacar a los gobiernos progresistas de América Latina, porque el éxito de líderes como Hugo Chávez, Lula, Dilma, Néstor y Cristina Kirchner, Evo Morales, Rafael Correa, Pepe Mujica (…) hacía insostenible sus posiciones. (…)
Era insostenible para ellos que Carlos Andrés Pérez, Acción Democrática y Copei fracasaran,y que Hugo Chávez funcionara. Que Cardoso hubiera fracasado y Lula funcionara. Que sus queridos Carlos Menem y Fernando de la Rúa hubieran fracasado espectacularmente y que Néstor y Cristina hayan funcionado. Que Sánchez de Lozada hubiera salido del gobierno expulsado por el pueblo, para refugiarse en Estados Unidos, y Evo Morales funcione. Que los gobiernos de derecha, en Uruguay, hayan fracasado, y los del Frente Amplio funcionen. Que lo mismo pase en Ecuador, con el éxito de Rafael Correa. (…) 
Según la receta neoliberal y la de la ultraizquierda, esos gobiernos no podían funcionar. Tenían que fracasar para demostrar la verdad del `pensamiento único´ y del Consenso de Washington. (…) 
 En la realidad, los pueblos los han escogido y reafirmado como sus líderes. (…) 

Esta situación se ha consolidado de tal forma que las oposiciones, en cada país, no encuentran espacio, ni liderazgo, ni plataformas alternativas. O callan sobre lo que harían en caso de que triunfaran, o confiesan que volverían a las fórmulas neoliberales: menos Estado, duro ajuste fiscal, privatizaciones, política externa de vuelta a la subordinación a los Estados Unidos”.  Sader concluye su artículo con una visión quizá excesivamente optimista en torno de la estabilidad de los gobiernos progresistas regionales, porque, y en esencia acerca de experiencias como la argentina, está claro que hay o puede haber pronóstico de tormentas y  severas. Pero lo que sostiene -y de eso se trata a juicio de quien firma- es que el “medidor” no debe pasar por la permanencia coyuntural de las administraciones de izquierda o centroizquierda, sino por su capacidad de afirmar bases que a la derecha le cueste enormemente derruir.




En una entrevista del mismo diario, el lunes pasado, a cargo del colega Fernando Cibeira, el filósofo Ernesto Laclau responde lo que sigue a la pregunta de si el Gobierno puede revertir, en octubre, el resultado de las primarias:
“Depende de factores coyunturales que no puedo manejar. Pero una política seria y coherente tiene que pensar que hay una guerra de posición, con las fuerzas de la reacción, que no se gana ni se pierde en un día, ni en dos. Lo que hay que conseguir, independientemente de que haya una victoria o una derrota electoral, es que vayan afirmándose las bases, los puntos, desde los cuales unarespuesta colectiva, en una segunda oleada, vaya a ser posible”.
 Antes de esa respuesta, con la que concluye la entrevista, Laclau describió la diferencia sustantiva entre Macri y Massa. 
 “Del macrismo no va a surgir nada en términos de futuro político. El caso de Massa es distinto. La derecha argentina (y sus órganos representativos como Clarín, La Nación y otros) se da cuenta de que ellos no pueden tener un gobierno representativo que sea hegemónico. Entonces, lo que tratan de buscar es una figura desvaída, que de alguna manera parezca vagamente centrista; y que, sin embargo, tenga una base popular lo suficientemente débil como para que ellos puedan reconstituir corporativamente su poder”.
 
En acuerdo con estas definiciones, pinta claro que aspectos en apariencia secundarios u obvios -del tipo de las alianzas que se tejen en el palo no peronista, o la forma de ambulancia recoge-heridos en que construye Massa y sus patrones mediáticos- son en verdad demostrativos de que la derecha acumula a como sea, en aras de un objetivo único: acabar con el kirchnerismo en las urnas. Puede lograrlo tranquilamente, montada en sus méritos comunicacionales, en el desgaste natural de una gestión que ya lleva diez años, en los yerros del oficialismo.

El interrogante sería si, frente a esa probabilidad, el Gobierno debe optar por maquillarse, adoptando medidas y modos que lo exhiban más moderado y dispuesto a conceder. O si es cuestión de asentarse en aquellos que, justamente, le permitieron llegar hasta acá con una base de apoyo popular envidiable. Los que pueden ir y venir son los votos. Nunca las convicciones.


MARCA DE RADIO, sábado 21 de septiembre de 2013.