Bendita terquedad ,que me hace quererte y me hace celebrar que seas
compañero de ruta y parte de este todo", por eso en este domingo
30/11/2014 ... que juegan una instancia especial que determina nada
menos que el rumbo al mejor cielo, o el retroceso a la tormenta .no
quiero dejar de decirte José Pepe Mujica, (cabrero, vehemente, medio
loco a veces, demasiado cuerdo otras, luchador en dictaduras, peleador
en democracias , compañero y amigo) ,como seas...
Que te quiero en mi equipo,
siempre!!!..., por las luchas, por tus años de cárcel, por los
compañeros, por la militancia de doble bandera ,por los mates en tantos
encuentros, por las lecturas de Benedetti o Galeano pasadas de manera
solidaria de mano en mano , por las décimas del Zita y tantos músicos,
por las murgas, por Seregni, por Malvinas ,( y con ella la memoria no
parcial ni selectiva) , y porque nadie me divide el mapa por más cosas
que diga en caliente desde su honestidad tan brutal como sentida , (y
menos cuando a diario aquí mismo conocemos la cara de los oportunistas
que no agreden o molestan con palabras ,pero hieren con acciones
calculadoras y desde el mismo palo (léase lista) al que hasta un minuto
pertenecían traicionando incluso a sus votantes , o cuando acusan desde
la irresponsabilidad,(micrófono en mano) a mi presidenta de limpiarse el
culo con la constitución... Aquí se difama, se mal informa ,se especula
, y muchos en lugar de colocarnos etiquetas de "tercos o viejos",
cómplices desde los silencios, se roban el país que pretenden suyo de
manera exclusiva ... podría citar muchos ejemplos, pero el tema en esta
tarde son ustedes ,no esos (¿nuestros?).....
Vamos a andar dijo Silvio, "vamos a andar", debemos decir nosotros,vamos a andar la Patria Grande, vamos hermanos uruguayos .vamos
juntos y que mejor que hacerlo con un himno de Zitarrosa, hoy
invertido ,hoy el saludo es nuestro, vamoooo
arriba la celeste....Gracias Pte Mujica!!!!
ya te estoy extrañando.
HLVS .cm- 30/11/2014
Diez décimas de saludo al público argentino
Allá en mi pago hay un pueblo
que se llama no-me-olvides;
quien lo conozca que cuide
su recuerdo como gema,
porque hay olvidos que queman
y hay memorias que engrandecen,
cosas que no lo parecen,
como el témpano flotante,
por debajo son gigantes
sumergidos, que estremecen.
Mi pueblo es un mar sereno
bajo un cielo de tormenta:
laten en su vida lenta
los estrépitos del trueno.*
Pudo engendrar en su seno
las montoneras de otrora
y cuando llegue la hora,
mañana, también podrá
clavar a su voluntad**
mil estrellas en la aurora.
No hay cosa más sin apuro
que un pueblo haciendo la historia.
No lo seduce la gloria
ni se imagina el futuro.
Marcha con paso seguro,
calculando cada paso
y lo que parece atraso
suele transformarse pronto
en cosas que para el tonto
son causa de su fracaso.
Mi pueblo no es argentino,
ni paraguayo ni austral;
se llama “Pueblo Oriental”
por razón de su destino.
Pero recorre el camino
de sus hermanos amados,
el de tantos humillados,
el de América morena
la sangre de cuyas venas
también late en su costado.
Mi pueblo no estuvo ausente
ni mucho menos de espaldas
a la trágica y amarga
historia del continente.
Fuimos un balcón al frente
de un inquilinato en ruinas
–el de América Latina
frustrada en malos amores–
cultivando algunas flores
entre Brasil y Argentina.
Pero mucho no duraron
las flores en el balcón
el rosquero y su ambición,
imprudente, las cortaron.
Y fueron las mismas manos
que arruinaron el vergel,
las que acabaron con él,
las que hoy muestran, codiciosas,
en vez del ramo de rosas
unas flores de papel.
No falta el bobalicón
nostálgico del jardín,
pero entre todos el ruin
es el que trajo al ladrón;
ése no tiene perdón:
si protegen sus ganancias
la decencia y la ignorancia
del pueblo, son sus amores;
no encuentra causas mejores
para comprarse otra estancia.
Ése sí no es oriental,
ni gringo, ni brasilero;
su pasión es el dinero
porque es multinacional.
Mentiroso universal
desde que vino Hernandarias,
piensa en sus cuentas bancarias
ponderando a los poetas
que hacen con torpes recetas
canciones estrafalarias.
Así pues no habrá camino
que no recorramos juntos.
Tratamos el mismo asunto
orientales y argentinos,
ecuatorianos, fueguinos,
venezolanos, cusqueños,
blancos, negros y trigueños
forjados en el trabajo,
nacimos de un mismo gajo
del árbol de nuestros sueños.
Y ahora reciban, señores,
un saludo fraternal;
dice mi Pueblo Oriental:
ya vendrán tiempos mejores.
Cifra de nuestros amores
poncho patria en el espanto
de mi pueblo y sus quebrantos
no les puedo conversar,
sólo les quise entregar
su corazón con mi canto.
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