(Son muchos los que deberían estar y de alguna manera están !!!!! incluso los anonimos aquellos poetas cuya firma no conocemos pero nos llegan de la mejor manera y quienes sería muy bueno se sumen desde donde y cuando quieran)- (cm)-
Un padre nuestro latinoamericano-(Mario Benedetti)....Cielo blanco -(Hamlet Lima Quintana)
La dignidad rebelde- (Sub comandante Marcos)
Redondillas- (Sor Juana Inés de la Cruz)
Redondillas- (Sor Juana Inés de la Cruz)
Credo del Che- (Roque Dalton)
Avanti- (Almafuerte/Pedro Bonifacio Palacios)Mario Benedetti | |
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Hamlet Lima Quintana |
No veo el cielo madre, sólo un pañuelo blanco no sé si aquella noche yo te estaba pensando o si un perfil de sombras me acunaba en sus brazos pero entré en otra historia con el cielo cambiado. No me duele la carne que se fue desgarrando me duele haber perdido las alas de mi canto las posibilidades de estar en el milagro y recoger las flores que caen de tu llanto. No quiero que me llores, mírame a tu costado mi sangre está en la sangre de un pueblo castigado mi voz está en las voces de los "iluminados" que caminan contigo por la ronda de Mayo. No quiero que me llores ahora que te hablo mi corazón te crece cuando extiendes las manos y acaricias las cosas que siempre hemos amado la libertad y el alma de todos los hermanos. No sé si aquella noche amanecí llorando o si alguna paloma se me murió de espanto la vida que ha esperado tanto es el cielo que crece sobre tu pañuelo blanco. No quiero que me llores, mírame a tu costado mi sangre está en la sangre de un pueblo castigado mi voz está en las voces de los "iluminados" que caminan contigo por la ronda de Mayo. |
Sub comandante Marcos |
No morirá la flor de la palabra, podrá morir el rostro oculto de quien la nombra hoy, pero la palabra que vino desde fondo de la historia y de la tierra ya no podrá ser arrancada por la soberbia del poder. Nosotros nacimos de la noche. en ella vivimos, moriremos en ella. Pero la luz será mañana para los más, para todos aquellos que hoy lloran la noche, para quienes se niega el día, para quienes es regalo la muerte, para quienes está prohibida la vida. Para todos la luz. Para todos todo. Para nosotros la alegre rebeldía, para nosotros nada. Aquí estamos somos la dignidad rebelde, el corazón olvidado de la patria. Nuestra lucha es por hacernos escuchar, y el mal gobierno grita soberbia y tapa con cañones sus oídos. Nuestra lucha es por un trabajo justo y digno, y el mal gobierno compra y vende cuerpos y vergüenzas. Nuestra lucha es por la vida, y el mal gobierno oferta muerte como futuro. Nuestra lucha es por la justicia, y el mal gobierno se llena de criminales y asesinos. Nuestra lucha es por la historia, y el mal gobierno propone olvido. Nuestra lucha es por la paz, y el mal gobierno anuncia guerra y destrucción. Techo, tierra, trabajo, pan, salud, educación, independencia, democracia y libertad. Estas fueron nuestras demandas en la larga noche de los 500 años. Estas son, hoy, nuestras exigencias. |
Redondillas Sor Juana Inés de la Cruz |
Hombres necios que acusáis a la mujer, sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis; si con ansia sin igual solicitáis su desdén, por qué queréis que obren bien si las incitáis al mal? Combatís su resistencia y luego, con gravedad, decís que fue liviandad lo que hizo la diligencia. Parecer quiere el denuedo de vuestro parecer loco, al niño que pone el coco y luego le tiene miedo. Queréis, con presunción necia, hallar a la que buscáis para prentendida, Thais, y en la posesión, Lucrecia. ¿Qué humor puede ser más raro que el que, falto de consejo, él mismo empaña el espejo y siente que no esté claro? Con el favor y el desdén tenéis condición igual, quejándoos, si os tratan mal, burlándoos, si os quieren bien. Opinión, ninguna gana, pues la que más se recata, si no os admite, es ingrata, y si os admite, es liviana. Siempre tan necios andáis que, con desigual nivel, a una culpáis por cruel y a otra por fácil culpáis. ¿Pues como ha de estar templada la que vuestro amor pretende?, ¿si la que es ingrata ofende, y la que es fácil enfada? Mas, entre el enfado y la pena que vuestro gusto refiere, bien haya la que no os quiere y quejaos en hora buena. Dan vuestras amantes penas a sus libertades alas, y después de hacerlas malas las queréis hallar muy buenas. ¿Cuál mayor culpa ha tenido en una pasión errada: la que cae de rogada, o el que ruega de caído? ¿O cuál es de más culpar, aunque cualquiera mal haga; la que peca por la paga o el que paga por pecar? ¿Pues, para qué os espantáis de la culpa que tenéis? Queredlas cual las hacéis o hacedlas cual las buscáis. Dejad de solicitar, y después, con más razón, acusaréis la afición de la que os fuere a rogar. Bien con muchas armas fundo que lidia vuestra arrogancia, pues en promesa e instancia juntáis diablo, carne y mundo. |
Credo del Che Roque Dalton |
El Che Jesucristo fue hecho prisionero después de concluir su sermón en la montaña (con fondo de tableteo de ametralladoras) por rangers bolivianos y judíos comandados por jefes yankees-romanos. Lo condenaron los escribas y fariseos revisionistas cuyo portavoz fue Caifás Monge mientras Poncio Barrientos trataba de lavarse las manos hablando en inglés militar sobre las espaldas del pueblo que mascaba hojas de coca sin siquiera tener la alternativa de un Barrabás (Judas Iscariote fue de los que desertaron de la guerrilla y enseñaron el camino a los rangers) Después le colocaron a Cristo Guevara una corona de espinas y una túnica de loco y le colgaron un rótulo del pescuezo en son de burla INRI: Instigador Natural de la Rebelión de los Infelices Luego lo hicieron cargar su cruz encima de su asma y lo crucificaron con ráfagas de M-2 y le cortaron la cabeza y las manos y quemaron todo lo demás para que la ceniza desapareciera con el viento En vista de lo cual no le ha quedado al Che otro camino que el de resucitar y quedarse a la izquierda de los hombres exigiéndoles que apresuren el paso por los siglos de los siglos Amén. |
¡Avanti! Si te postran diez veces, te levantas otras diez, otras cien, otras quinientas: no han de ser tus caídas tan violentas ni tampoco, por ley, han de ser tantas. Con el hambre genial con que las plantas asimilan el humus avarientas, deglutiendo el rencor de las afrentas se formaron los santos y las santas. Obsecación asnal, para ser fuerte, nada más necesita la criatura y en cualquier infeliz se me figura que se mellan los garfios de la suerte... ¡Todos los incurables tienen cura cinco minutos antes de su muerte! ¡Più Avanti! No te des por vencido, ni aún vencido, no te sientas esclavo, ni aún esclavo; trémulo de pavor, piénsate bravo, y acomete feroz, ya mal herido. Ten el tesón del clavo enmohecido que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo, no la cobarde estupidez del pavo que amaina su plumaje al primer ruido. Procede como Dios que nunca llora; o como Lucifer, que nunca reza; o como el robledal, cuya grandeza necesita del agua y no la implora... ¡Que muerda y vocifere vengadora, ya rodando en el polvo, tu cabeza! ¡Molto Più Avanti! Los que viertan sus lágrimas amantes sobre las penas que no son sus penas; los que olvidan el son de sus cadenas para limar las de los otros antes; los que van por el mundo delirantes repartiendo su amor a manos llenas, caen, bajo el peso de sus obras buenas, sucios, enfermos, trágicos, sobrantes. ¡Ah! Nunca quieras remediar entuertos; nunca sigas impulsos compasivos; ten los garfios del Odio siempre activos y los ojos del juez siempre despiertos... ¡y al hecharte en la caja de los muertos, menosprecia los llantos de los vivos! ¡Molto Più Avanti Ancora! Esta vida mendaz es un estrado donde todo es estólido y fingido, donde cada anfitrión guarda escondido su verdadero ser tras el tocado: No digas tu verdad ni al más amado, no demuestres temor ni al más temido, no creas que jamás te hayan querido por más besos de amor que te hayan dado. Mira cómo la nieve se deslíe sin una queja de su labio yerto, cómo ansía las nubes el desierto sin que a ninguno su ansiedad confíe: Maldice de los hombres, pero ríe; vive la vida plena, pero muerto. Si en vez de las estúpidas panteras y los férreos, estúpidos leones, encerrasen dos flacos mocetones en la frágil cárcel de las fieras: No habrían de yacer noches enteras en el blando pajar de sus colchones, sin esperanzas ya, sin reacciones, lo mismo que dos plácidos horteras; Cual Napoleones pensativos, graves, no como el tigre sanguinario y maula, escrutarían palmo a palmo su aula, buscando las rendijas, no las llaves... ¡Seas el que tú seas, ya lo sabes: a escrutar las rendijas de tu jaula! |
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