Las protestas y la libertad, diez años después
En los '90, durante la “apertura” al
primer mundo, había dólares, un montón, valían sólo un peso, se podía
comprar de todo y se podía viajar, salir del país, comprar afuera,
traerlo y no había necesidad de pagar ningún impuesto por ello. Había
además libertad de expresión, y las cadenas nacionales no se usaban, no
era necesario, el presidente podía mostrarnos su Ferrari en lo de
Susana, en lo de Mirtha o en lo de Bernardo.
Jésica Pla, nieta de la inolvidable "Norma Pla"
Hubo otro país, otro país que producto de la
“apertura” se quedó sin trabajo, porque las fábricas cerraron y ese otro
país trabajaba en las fábricas. Si no tenías trabajo, no tenías
ingresos. Si tenías trabajo, no había ni aumentos, ni paritarias, ni
posibilidades de proyectar. Si no tenías ingresos, daba igual si el
dólar valía un peso, dos, cuatro, si se podía comprar o si no se podía
comprar, si había que declararlo o no había que declararlo. Daba igual.
Daba igual si se podía viajar o no se podía viajar. Cuando la vida
cotidiana te apremia, los problemas son otros. Esas preocupaciones no
están en el horizonte de lo posible. No había cadena nacional. Tampoco
había “planes para todos”.
Mi abuelo era obrero gráfico. Lo echaron en 1982 porqué la fábrica
“quebró”. Después de ahí no volvió a encontrar “trabajo”, trabajo en
serio, “en blanco” (como es el trabajo para quienes fueron obreros toda
su vida); hizo lo que pudo, pero unos años después falleció. Mi abuela
tenía dos hijos grandes, varios nietos y dos hijos adolescentes. La
pensión era poca, los remedios se pagaban, y los hijos mayores la
ayudaban como podían, mientras intentaban mantener su pequeño taller por
cuenta propia al compás de una apertura al mundo que no parecía estar
beneficiándonos. Mi abuela compraba en el mercado central, si podía
comprar, y si no, iba a ver qué encontraba para traernos, cosas que
después mi mamá se ingeniaba el modo de cocinar.
Cuando mi abuela fue a protestar, por sus derechos, como el derecho que
todos reconocen a manifestar en reclamo de lo “justo”, la policía
irrumpió en la “olla popular” que estaban haciendo (la onda cacerolazo
todavía no se había impuesto, las cacerolas se usaban para cocinar, para
alimentar, como corresponde), se llevó en andas a ella y a todos los
viejos que la acompañaban, se llevaron todas las cosas que jamás nos
devolvieron (porque las cosas eran nuestras, porque las cosas se las
prestaron los hijos, los vecinos, los amigos para acompañarla en su
protesta)…. se la llevaron presa, y no es un eufemismo, se la llevaron
presa y mis tíos tuvieron que ir a sacarla… No fue la única vez, muchas y
muchas otras veces la volvieron a llevar, a ella y a muchos otros
compañeros, jubilados, piqueteros, “perdedores” de un sistema que
benefició a pocos y perjudicó a muchos de nosotros.
En esa época no había cadena nacional. Tampoco había “planes para
todos”. Tampoco había jubilaciones dignas, ni aumentos programados, ni
trabajo. Tampoco había libertad de expresión; si te quejabas, te llevaba
la cana, “por la razón o por la fuerza”, no importa si eras mujer,
mayor, ni si el reclamo era justo o no.
El jueves por mi barrio no escuché una cacerola.
Por Constitución, que
andábamos justo por ahí con Emi tampoco. Por el de mi amiga Karina, en
Avellaneda, tampoco.
Son todos barrios populares, barrios “al sur”,
barrios con las marcas visibles de la desigualdad social. Y no escuché
una cacerola. Mi mamá que vive allá por el “tercer cordón” prendió la
tele y me llamó para preguntarme qué pasaba, porque no entendía nada,
porque “allá” no pasaba nada.
Pero aún más, no importa. Hubo dos, tres, miles o millones de cacerolas,
no importa; estuvieron ahí, reclamaron por la inseguridad y la falta de
justicia, por el totalitarismo y la falta de libertad. No escuché sobre
la actuación policial ni sobre algún incidente. Se expresaron como
ciudadanos responsables y después se volvieron a sus casas.
A mi abuela, en cambio, siempre había que ir a buscarla a la comisaría…
Fuente del texto:
http://www.infonews.com
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Para los que no la conocen, para los que no tienen idea quien y que era Norma Pla, 3 videos con un homenaje especial (Crónica tv)
1-
2
3-
Para los que no la conocieron, les dejo algo de la gran luchadora..Norma Pla
Nació un 7 de Septiembre de 1932 en San Telmo.
Su Papa era guarda del tranvía 22, su Mamá lavaba y planchaba ropa para la flia Martínez de Hoz.
Norma abandono la escuela en 2do grado y con 13 años arranco trabajando en una fábrica.
A los 63 años murió con una jubilación de 272,50 $ LUCHANDO POR ALCANZAR LOS 450$ ,
algo que recién se obtendría el 9 de Mayo de 2006, un mes antes de cumplirse los 10 años de su muerte ,durante el gobierno de Néstor Kirchner quien llevo las mínimas a 470 $.
Su Papa era guarda del tranvía 22, su Mamá lavaba y planchaba ropa para la flia Martínez de Hoz.
Norma abandono la escuela en 2do grado y con 13 años arranco trabajando en una fábrica.
A los 63 años murió con una jubilación de 272,50 $ LUCHANDO POR ALCANZAR LOS 450$ ,
algo que recién se obtendría el 9 de Mayo de 2006, un mes antes de cumplirse los 10 años de su muerte ,durante el gobierno de Néstor Kirchner quien llevo las mínimas a 470 $.
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