10/9/14

River, Abuelas,Nietos, Memoria... y un grande que te lo explica


Para los que amamos a River, es un orgullo poder decir que tenemos memoria, es más que bueno poder guardar esta imagen de homenaje de nuestro Monumental, ( aquel  que doliera y tanto,cuando el genocida levantaba  la  copa, mientras a metros de ese lugar se torturaba y se asesinaba) o  el mismo que le dijo con silbidos de los 4 costados... " acá no " al de patillas que no nos iba a defraudar, y tuvo finalmente que conformarse con transimisiones exclusivas en su Quinta de Olivos..
Este River de compromiso y de memoria,suma, acompaña ,acomoda la cosas donde debe y además de eso recibe a uno de los nuestros en camiseta, pero lo más importante ,en identidad y pertenencia . BIENVENIDO IGNACIO GUIDO....GRACIAS ESTELA,GRACIAS ABUELAS!!!!
Gracias River ♥  Gracias VH.....(cm)


La celebración de los sueños
 por :Víctor Hugo Morales

El reencuentro de la vida. También del fútbol. Las abuelas y sus nietos recuperados. El Muñeco y el fútbol recuperado de su equipo. Una tarde con un cielo de gloria en el Monumental. Un gol de la vida misma.
Ignacio Guido Montoya Carlotto debutó a lo grande en el estadio Monumental como nueva figura de River. Su aparición en el medio de la tarde, con un cielo de gloria y una luna imponente  y curiosa, fue el primer gol de la jornada. Un gol de la vida misma. Una alegría serena compartida con una multitud que aplaudió el coraje indomable de dos mujeres que caminaron hacia el círculo central apoyadas en sus bastones y sus nietos para recibir de Rodolfo D’Onofrio, el presidente de River, de Carlos Pisoni, nuevo subsecretario de Promoción de Derechos Humanos de la nación, el homenaje compartido con sus nietos recuperados.
Estela de Carlotto y Rosa Roisinblit, con Ignacio Guido y Guillermo Perez Roisinblit ofrecieron  a su vez la calidez de sus sonrisas de reencuentro y amor.
Y EL FÚTBOL, TAMBIÉN...
Despues,vino el partido. La gente de River se había preparado para otra celebración del futbol y no fue defraudada. Otra vez, al cabo del partido, volvieron los saltos de una tribuna excitada, los celulares que encienden luces que parecen indicar un camino de gloria, y el revoleo de pañuelos como hélices que levantan vuelo hacia los sueños.
Hubo que esperar un poco esta vez. Treinta y tres minutos para ser exactos. Justamente en  ese lapso, sin llegar a jugar mal, las acciones en el Monumental no tenían la pimienta de otras tardes. La intención sí era la misma y se advertía claramente, pero sin la continuidad de otros domingos desde que el Muñeco  Gallardo dirige al equipo. Fueron dos llegadas con el corolario de cabezazos que el buen arquero que es Javier García echó al córner en esfuerzos magníficos. Pero en el marco de varios tropiezos a la hora de atacar.
Hasta ese minuto 33, Ariel Rojas se mandó por la izquierda, y envió un centro perfecto para Carlos Sanchez. El morocho construyó un pase de pecho, de tomá y hacélo al uruguayo Mora. Y Rodrigo, que de zurda dejó parado al arquero del Matador de Victoria. Lo que vino después fue un recital de buen fútbol, que tendría a los dos minutos del segundo tiempo, el sello de distinción para el partido con otro gol de alta factura en la concepción y en la definicion. River lució ante un adversario que no tuvo chances por la gran tarea del medio campo del equipo de Nuñez, un filtro implacable que solamente permitió llegadas a Marcelo  Barovero, por pases de sus compañeros.
El sueño de Marcelo Gallardo es alto. Altivo, enhiesto, orgulloso, gallardo, el equipo millonario provoca admiración porque no es lo suyo tan solo la buena disposición para jugar cuando tiene la pelota, sino también la actitud impaciente y organizada con la que pugna por recuperarla. Cada rival tiene a tres encima si no toca de primera. Cada escalón de un rival, termina en un embudo que se arma con presteza. De zurda anda bien. Por la derecha no hay desmedro. En el medio, “Krack-nevitter” organiza con batuta certera el compás del equipo.
 El cronista lee un poco lo que escribió hasta aquí, y se queda mirando la pantalla.  ¿No será mucho? Se asume el riesgo. Pero es tan lindo entusiasmarse con lo que parece tan bueno, alienta de tal forma la esperanza de que haya imitadores, levanta tanto al fútbol, que vale la pena correr el riesgo de estar exagerando. Ya habrá tiempo para cortarle el ala a los adjetivos. Este tiempo de disfrute, no puede ser aplacado por el timorato que todo periodista lleva adentro, deseoso de no quedar pegado y de ir a lo seguro. Si la mano cambia, se dirá lo que corresponda. Pero si viene así, si los tipos están jugando fenómeno, si la idea del técnico es evidente y la respuesta lo enaltece, ¿por qué privarse  del entusiasmo? Aunque durase poco, el recorrido de River es lo mejor que le ha pasado al futbol en estos últimos tiempos. Que no sea encadenada la  expresión gozosa que el futbol puede provocar cuando se viven jornadas como las de este domingo.




Fuente :
El Gráfico/Tiempo Argentino
Telam

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